De todas las notas de Iñaki Uriarte que me han interesado, y han
sido muchas, me quedo finalmente con esta. No sé por qué; tal vez hay
otras mejores, más ingeniosas o más brillantes, pero quizá haya elegido
precisamente esta porque me recuerda más a él o a la imagen que de
Uriarte me he hecho. La tenéis ahí debajo.
«VUELVO A REPETIR, y toco madera, que creo encontrarme en una de las épocas mejores de mi vida. Hace ahora cinco años que vinimos a esta casa. El gato dormita con el cuello recostado sobre el tubo del radiador, que abrasa, María prepara sus clases en el cuarto de atrás. Y la flora: están saliendo de nuevo las violetas».
Este párrafo era de los apuntes del mes pasado. Lo había borrado, pero lo traigo hoy aquí porque me he acordado de él después de anotar esto:
Tienes todo el tiempo que quieras. Por qué esta prisa, esta ansiedad repentina. Nadie te exige nada. Exígete, si quieres, apuntar cosas de vez en cuando. Ninguna prisa. Y no dejes de leer y hacer extractos.
La típica anotación de un día con nervios. María no tiene estas turbulencias anímicas. Ni las violetas. Ni el gato. Aquí el más frágil soy yo.
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